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Especial sobre fotografía y vídeo: Soportes

Hector Labeaga
Hector Labeaga|July 16, 2007 6:00 AM
Las cámaras se abren poco a poco a los nuevos soportes. Disco duro, tarjetas de memoria y DVD son las alternativas más novedosas para que grabemos fantásticas capturas en nuestras videocámaras.

Ya comentamos en artículos anteriores que realizaríamos un extenso reportaje a estos nuevos soportes para conocerlos más a fondo. De todas formas, antes de leer este artículo, os recomendamos echar un vistazo a la parte primera y segunda de la guía básica, al especial "la elección" y al glosario del pasado viernes.

Sigue después del salto.

Las cámaras de vídeo, como las de foto, o como los reproductores de MP3 no han podido resistirse a los nuevos formatos o soportes digitales. Sin embargo, así como la tarjeta de memoria han sido un claro sustituto de los tradicional negativos, en el aspecto de las videocámaras y pese a sus mayores necesidades de almacenamiento, no han contado con un claro sustituto de la cinta magnética, que aún se mantiene como líder indiscutible, aunque todo apunta a que será por poco tiempo.

La cinta MiniDV:
Durante años, la cinta digital, primero DV y luego miniDV, ha sido el único soporte de grabación de vídeo. Estos casetes magnéticos, con los que todos estamos familiarizados por su similitud con las tradicionales cintas VHS o los populares casetes de música, continúan con un gran mercado por varias razones: (1) son fáciles de usar, (2) las encontramos en cualquier tienda especializada o grandes almacenes, (3) son muy económicas y (4) la gran cantidad de cámaras actuales siguen apostando por este formato.
Esta tecnología, pese a que es antigua, aún puede dar de sí. Algunas fabricantes han evolucionado sus cámaras para que sean capaces de grabar en cintas miniDV con HDV (High Definition Video) o lo que es lo mismo, hasta 1080p.
Las cámaras que son capaces de alcanzar estas características valen en torno a los 1.200 euros / 1.400 dólares y algunos modelos concretos como la Canon HV20 o la Sony HDR-HC5E son de las mejores.

MiniDVD:
Una de las primeras alternativas a las cintas fue el miniDVD. Se trata de pequeños discos de 8 cm de diámetro (un DVD normal tiene 12 cm.) que dota a nosotros, los usuarios, de una simplicidad jamás antes vista. Todos los que no queramos complicaciones, podemos adoptar o inclinarnos por usar este formato que, graba en DVD y una vez cerrado, podemos reproducirlo en cualquier reproductor convencional.
El coste de estos DVD suele estar en torno a los 10 euros (1,4GB de capacidad / 30 minutos de grabación) pese a los 3 euros que nos puede costar una cinta miniDV.
El coste de las videocámaras que grabar en formato miniDVD como la Panasonic HDC-DX1 o la Sony HDR-UX3 oscila entre los 800 y los 1.000 euros y ambas son capaces de ofrecer mayores prestaciones y calidad que las miniDV, gracias a su compresión AVCHD que les permite capturar vídeo en HD (Alta definición). Si no tenemos las cosas claras, fabricantes como Hitachi ofrece híbridos (modelo DZ-HS303) basados en soportes miniDVD y disco duro por unos 900 euros.

Disco Duro:
La que más nos gusta a nivel personal es el disco duro. Frente a las limitadas capacidades de almacenamiento de de los soprotes miniDV o miniDVD, los discos duros nos ofrecen grabación casi sin límites. Además, graban las capturas en formato clip y nuestros ordenadores o macs los reconocen como si de un disco duro externo por USB / FireWire normal se tratara. La post-producción de las imágenes es pan comido.
El modelo que recomendamos y más avanzado es el JVC Everio GZ-HD7 con HDD de 60GB y tres sensores CCD que permiten capturar hasta cinco horas de grabación a resolución 1.920x1080 píxeles. Cuenta con salidas USB 2.0 y HDMI para la transferencia de datos o imágenes al ordenador o para ver directamente las imágenes en el televisor de casa. Su precio es de 1.500 euros aproximadamente.

Tarjetas de memoria:
El cuarto y último formato a llegar e implantarse en las videocámaras es el de las tarjetas de memoria que se beneficia de los últimos avances en materia de comprensión. Combina los mejor de los discos duros (acceso aleatorio a los contenido, interacción con los sistemas informáticos de cara a la edición, ausencia de dispositivos mecánicos que ralenticen la grabación) con los de la cinta y el DVD (versatilidad, polivalencia, compatibilidad y posibilidad de trabajar con varias tarjetas), en cámaras de vídeo más compactas y pequeñas.
En un principio el principal inconveniente de las cámaras de grabación con soporte de tarjeta de memoria lo descartábamos por sus bajas capacidades de almacenamiento. Por el momento este es su principal inconveniente que tiene todas las cartas para cambiar en breve. Los fabricantes están evolucionando mucho este nuevo soporte y ya se empiezan a ver las primeras tarjetas de 16 y 32 GB pero a precios desorbitados.
Ahora, estamos seguros de que este será el futuro en muy poco tiempo. Los modelos que os recomendamos son el Panasonic HDC-SD1 (al precio de 1.100 euros), las Sanyo Xacti (desde los 800 euros) o la nueva Sony HDR-CX6EK (por 1.350 euros).