Según citan algunas fuentes, Google estaba tan interesado en Spotify que tenía pensado hacerse cargo de gran parte de los gastos, una ayuda sin la que los suecos no podrían siquiera plantearse cruzar el océano. Para terminar de esbozar el asunto, el servicio de streaming añadiría también publicidad al lote -tal y como hace en la versión europea gratuita- para conseguir, de paso, unos ingresos extras.
Tras semejante ronda de especulaciones, tendremos que mantenernos en vilo hasta día 5 de enero para confirmar si el trato llegó a cerrarse o no. No te vayas lejos, mañana tendrás todos los detalles del misterioso evento Android.