Tomando el trono en la familia NEX, esta semana se ha presentado ante el público de Berlín la, recientemente anunciada, cámara de lentes intercambiables de
Sony, la
NEX-7. Es por ello que no podíamos pasar por alto una visita a la entretenida zona de fotografía de la casa y comprobar así de primera mano qué tiene que ofrecernos la compacta sin espejo. Esta cámara, tal y como puede intuirse ya de sus especificaciones y aspecto, cuenta con un cuerpo bastante ligero y muy manejable (algo que hereda de versiones anteriores), incorporando una pronunciada empuñadura para un agarre más cómodo y disfrutando de una pantalla abatible que se siente bastante firme (sin resultar difícil de abrir) cuando se mueve; algo que no podemos aseverar de su flash, cuyo mecanismo de apertura se nos antoja algo endeble a simple vista -la buena construcción del conjunto acentúa posiblemente esta percepción-.
En cuanto al panel en sí, de tipo táctil, este responde además bastante bien a las peticiones de nuestros dedos, siendo el imán que supone para las huellas dactilares la única pega que le encontramos. Aún así ya sabes que esta NEX incorpora nuevos diales de control que te permitirán realizar ajustes manuales sin tener que moverte a golpe de dedo por las opciones del sistema. A la hora de disparar, nos sorprende su autoenfoque, realmente tan rápido como Sony prometía, así como su nuevo visor electrónico, que, recuerda, disfruta de pantalla OLED integrada, ofreciendo una buena calidad de imagen.
Para que puedas conocerla un pelín mejor, te dejamos a continuación con extensa una galería de imágenes donde poder verla desde todos los ángulos que se te ocurran. Cuidado, corres el peligro de encapricharte.
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