Hace apenas unas horas nos hacíamos eco de un estudio en el que salía a relucir que Nokia se ha convertido en tan sólo un trimestre en el mayor fabricante de teléfonos Windows Phone del mundo con dos únicos terminales en el mercado. Del atractivo Lumia 800 poco hay que contarte que no sepas ya, por eso hoy hemos querido detenernos a conocer un poco más de cerca al segundo terminal que ha hecho posible semejante logro, el Lumia 710.
Bien es cierto que no juega en la misma liga que su mediático hermano mayor, pero desde luego argumentos no le faltan para convertirse en uno de los WinPho económicos mejor valorados: pantalla LCD de 3,7 pulgadas con tecnología ClearBlack, procesador Snapdragon a 1,4 GHz, cámara de 5 megapíxeles con grabación a 720p, Windows Phone 7.5 Mango y, por supuesto, todo ello sazonado con las aplicaciones exclusivas de Nokia.
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El Nokia Lumia 710 llega a nosotros con un diseño ligero (129 gramos) y redondeado que poco -o más bien nada- tiene que ver con el aspecto del Lumia 800, pero ni falta que le hace. Se trata de un terminal especialmente dedicado a quienes quieren introducirse en el universo Mango sin dejar la cuenta corriente temblando y en este sentido cumple adecuadamente con su cometido. Su carácter económico se deja sentir sobre todo en los materiales empleados: lejos quedó el exquisito policarbonato que rodeaba al primer Windows Phone de Nokia, en este caso se ha optado por un plástico blanco con acabado brillante que aunque de primeras no aparente ser tan resistente como el anterior, tampoco es de los teléfonos más endebles que han pasado por nuestra mesa de operaciones.
Comenzando nuestro habitual recorrido por su fisonomía, su cara frontal aparece gobernada casi por completo por una pantalla LCD de 3,7 pulgadas con tecnología ClearBlack, uno de los básicos de Nokia que una vez más no defrauda cuando la enfrentamos a la luz directa del sol. A sus extremos se sitúan el auricular para llamadas, los sensores de luz ambiente y proximidad, el logo del fabricante y la clásica botonera de Windows Phone, en esta ocasión con un diseño alargado y cierta resistencia a ser pulsada. En la parte superior se alojan el puerto microUSB para su recarga, el conector para auriculares y el botón de encendido o bloqueo de la pantalla; mientras que la derecha incluye el control de volumen y el disparador de la cámara.
Finalmente en su zona posterior se encuentran la cámara de 5 megapíxeles con flash LED y grabación de vídeo a 720p, así como el altavoz principal. El funcionamiento de la cámara es una de las cuestiones que menos nos ha convencido del equipo por lo irregulares que son los resultados que ofrece a la hora de enfocar o gestionar la luz y tampoco llega a enamorarnos la posición del altavoz, que tiene toda las papeletas para quedar amortiguado por los dedos al sujetar el teléfono en vertical. Tras su carcasa nos encontramos con una batería de 1.300 mAh, que nos han acompañado durante unas 16 horas con un uso medio-intenso (brillo de pantalla al 50 %, WiFi activo, un par de llamadas, actualización constante de e-mail y redes sociales, un rato navegando por la red, etc.), 8 GB de almacenamiento sin posibilidad de ampliar mediante tarjetas de memoria y la ranura para su microSIM.
Software: Windows Phone 7.5 con un toque finlandés
Por todos es conocido que Microsoft no se ha caracterizado precisamente por dejar demasiada manga ancha a los fabricantes a la hora de personalizar la plataforma; sin embargo, dado el singular acuerdo que la casa tiene con Nokia, el Lumia 710 hace gala de algunas aplicaciones en exclusiva. Como ya ocurriera con el Lumia 800, el terminal viene con una copia preinstalada de la ya famosa app de navegación Nokia Conducir, para complementar a los mapas de Bing integrados. Tampoco se ha quedado en el tintero Nokia Música ni la función Mezclar Radio para poner banda sonora a nuestros días por streaming, con la posibilidad de descargarlas de la tienda de la firma desde la misma pantalla. El tercero en discordia es el portal de Aplicaciones Destacadas, cuya principal gracia sigue siendo la función de cambiar de recomendación al agitar el smartphone (cosa que desde luego, no es decir demasiado a su favor).
Más allá de estos ligeros giros de tuerca finlandeses, la experiencia WinPho sigue siendo exactamente la misma: una interfaz cuadriculada que se caracteriza fundamentalmente por su sencillez y que se actualiza regularmente para mostrarnos animaciones con los mensajes pendientes de leer o las llamadas perdidas. La respuesta del Lumia 710 y su procesador de 1,4 GHz es satisfactoria casi en la mayoría de las situaciones: dependiendo de la complejidad de la aplicación, el sistema puede tardar más o menos en responder, pero la sensación en líneas generales es de fluidez y que casi todas las funciones se adaptan adecuadamente a las especificaciones del equipo (de nuevo, sin tener en cuenta lo caprichosa que puede llegar a ser su cámara).
Conclusión
Llega el momento de hacer balance de nuestros días de prueba con el Lumia 710 en el bolsillo y la sensación general es positiva. Nos agrada especialmente el buen hacer de su pantalla, su cómodo manejo, la limpieza de su interfaz principal y la agilidad con la que se mueve por los menús. La integración entre unos programas y otros sigue estando algo verde (con algunos cuelgues puntuales o errores aislados), pero nos alegra ver que la plataforma continúa evolucionando y que lo hace en el buen camino.
Por otro lado somos conscientes de su ficha técnica no se adapta a las exigencias de todos los usuarios y nos quedamos con la espinita de que su cámara y el volumen del altavoz podrían funcionar mejor o que sus materiales de construcción podrían haber sido algo más robustos. Las -odiosas- comparaciones con el majestuoso primogénito Windows Phone de Nokia son prácticamente inevitables, pero aun así el Lumia 710 ha logrado hacerse un hueco en el mercado con un precio tentador y unas especificaciones capaces de cubrir con soltura las necesidades más básicas.