El sistema desarrollado por la firma del óvalo azul no utiliza cámaras para detectar tu nivel de cansancio como otras soluciones, sino un volante y un asiento dotados con sensores biométricos para sentir la temperatura corporal y ambiental, tu ritmo cardiaco y la velocidad de la respiración. Luego, estos datos podrían cruzarse con la información del tráfico periférico recogida por el sistema de detección de vehículos en ángulo negro o la cámara de vídeo del sistema de aviso de cambio de carril involuntario, de forma que, unido a los registros de aceleración, el propio vehículo es capaz de estimar si las circunstancias del tráfico (y tu propio estado) hacen recomendable que suene el teléfono a través del manos libres.
La idea suena factible, especialmente sabiendo que Ford lleva tiempo experimentando con sensores integrados en los asientos como forma de conocer el estado del conductor. ¿Pero llegaremos a ver algo así dentro de las opciones de SYNC? De entrada, no. Ford no tiene por ahora intención de integrar esta tecnología en ninguno de sus vehículos, dado que antes de dar el paso quiere estar segura del nivel de aceptación que podría tener. Y es que puede que el sistema esté pensado para salvar viadas, pero seguro que más de uno no está dispuesto a que su propio coche le diga si está o no en condiciones de responder a sus llamadas.