Hardware
Aunque su carta de presentación no nos haya sorprendido tan gratamente como esperábamos, la belleza de este renovado Note reside en su interior. Tal vez en un primer momento la casa tanteó el terreno con un procesador de doble núcleo, pero para no jugársela en su estreno comercial ha decidido subir el listón hacia uno de cuatro, ni más ni menos que el mismo Exynos a 1,4 GHz que monta el S III. Éste viene acompañado en esta ocasión de 2 GB de RAM y una desahogada batería, especificaciones que consiguen que Android 4 fluya casi sin problemas. A continuación te dejamos una pequeña recopilación de sus características más destacadas para que puedas repasarlas con algo más de detalle.
Pantalla
Dado el carácter Premium del Galaxy Note 10.1, no vamos a negar que nos sorprende que Samsung no haya querido poner un poco más de carne en el asador en este apartado, sobre todo habiendo tenido prácticamente medio año para terminar de perfeccionar sus atributos (y, por qué no decirlo, para echar un vistazo furtivo a lo que se estaba cociendo en el horno de la competencia). Es por ello que nos extraña que la unidad haya tenido que conformarse con un panel LCD de 10,1 pulgadas, con unos escuetísimos 1.280 x 800 píxeles de resolución y una densidad de 149,45 píxeles por pulgada, mientras el ASUS Transformer Infinity Pad luce una pantalla Full HD -1.920 x 1.080-, o el Nuevo iPad (2012) presume de los encantos de la Retina -2.048 x 1.536.
Es imposible además obviar que otros hermanos de la casa sí cuentan con galones extra como la tecnología AMOLED (el
Galaxy Tab 7.7 o el terminal S III sin ir más lejos), por lo que nos pesa un poco más de lo normal que no salga demasiado bien parado al enfrentarse a la luz directa del sol ni al plantarle cara al objetivo de nuestra cámara -ni siquiera la ayudita de un filtro polarizador ha terminado de hacerle justicia frente al astro rey. Más allá de que la intensidad de su panel palidece notablemente en exteriores, los reflejos impiden que el dispositivo se muestre en todo su esplendor, limitando bastante sus ángulos de visión. Bien es cierto que no pretendemos ponernos a ver una película con toda la familia en un equipo de 10 pulgadas, pero no deja de ser preocupante que sus reflejos dificulten la visualización de contenidos cuando queremos mostrar algo a un par de amigos mientras estamos sentados en el sofá con las persianas levantadas.
Una pena que su pantalla -un punto clave en un dispositivo tan centrado en la creatividad-, haya tenido que pagar los platos rotos para poder ajustar los costes de producción.
Rendimiento y autonomía
A estas alturas ya no cabe duda de que las apariencias engañan: pese a que los materiales escogidos para su manufactura casi puedan dar pie a pensar que se trata de un tablet del montón, este Galaxy Note 10.1 es todo un forzudo camuflado. En caso de que no lo hayas visto ya, te instamos a que lo compruebes con el repaso en vídeo que te dejamos al principio, donde podrás ver la facilidad del dispositivo para gestionar varias aplicaciones al mismo tiempo, por ejemplo a la hora de dividir su pantalla o reproducir un vídeo en segundo plano (descuida, también hablaremos de ello con más detenimiento dentro de poco).

Así las cosas, su procesador logra salir airoso de todas nuestras peticiones -y créenos, le hemos dado bastante trabajo en un intento de buscarle las cosquillas, pero ni por esas. Gracias al eficiente reparto de tareas entre los distintos núcleos, la unidad da la impresión de aguantar casi todo lo que le echemos (para muestra, el desastre de aplicaciones flotando unas sobre otras que tienes aquí arriba). La navegación es otro de sus puntos fuertes, engullendo varias pestañas a la vez, aun cuando la mayoría eran webs cargadas de contenido, ofreciendo transiciones sorprendentemente ágiles o redimensionando el texto tan pronto como lo pedíamos, todo ello, por supuesto, sin despeinarse. Las buenas sensaciones pueden extenderse también al entorno multimedia y jugón, gracias a su circuitería y su hardware que le proporcionan un acertado equilibrio entre calidad de imagen y audio.
Como de costumbre, hemos querido someter a nuestro protagonista a algunas de las pruebas de rendimiento más conocidas del entorno androide, y tras realizar tres pases diferentes, hemos comparado la media con la cosechada por otras tablets que han ido pasando por nuestra mesa de análisis recientemente (el mejor resultado ha sido resaltado con negrita).
Como siempre, no podemos hablar de rendimiento sin mencionar el impacto que éste tiene en la autonomía del equipo. Nuestra unidad de análisis correspondía a la variante WiFi con una batería de 7.000 mAh, y nos ha acompañado durante unos tres días manteniendo un uso moderado (consistente en algunos episodios de navegación, streaming de vídeo, repaso a las redes sociales y alguna que otra foto). Si pisamos un poco más el acelerador, la aguja puede alcanzar las 8 horas y 1 minuto reproduciendo un vídeo en alta definición en bucle, con el sonido y el brillo de la pantalla aproximadamente hacia la mitad, una vez más jugando su discreta resolución a su favor.
Software
Al igual que el S III, este Samsung Galaxy Note 10.1 llega a nosotros con Android 4.0.4 Ice Cream Sandwich como sistema operativo, sazonado por el bucólico TouchWiz Nature UX. Este combo vuelve a apostar una vez más por hacer la tecnología más intuitiva para el usuario, contando entre otras opciones con funciones como Smart Stay -que cual Gran Hermano nos vigila desde su cámara frontal e impide que la pantalla entre en reposo mientras la estamos observando-, varios gestos para simplificar la navegación y de nuevo toda una colección de temas, sonidos y transiciones inspirada en la naturaleza.

La simbiosis entre ambos es caaasi perfecta... si no fuera por la vocecita del eterno exigente que resuena en nuestra cabeza para decirnos: "¿y qué tal se manejaría con
Jelly Bean?". Por suerte, parece que no va a haber que esperar demasiado para averiguarlo, puesto que el fabricante acaba de anunciar que la actualización debería llegar
hacia finales de este mismo año. Hoy por hoy no nos queda más remedio que ponernos cómodos con esta versión (que dicho sea de paso, no le sienta nada mal) y detallarte cuáles son exactamente sus diferencias con el resto de la tropa androide.
Samsung ha querido ir un paso más allá centrando su estrategia alrededor del nombre de la tablet y transformándola en una especie de libreta digital en la que poder tomar notas de una manera más precisa con S-Pen. La fiesta empieza tan pronto como extraes el lápiz de su soporte, momento en el que un menú aparece en el lateral derecho de la pantalla para indicarnos las diferentes acciones que podemos llevar a cabo con él (claro que si lo prefieres, también podrás configurarlo para que directamente lance tu aplicación preferida). Con respecto a su manejo, no tenemos más que halagos: por una parte, si te gusta dibujar o retocar imágenes, seguramente estés ya al corriente que su bolígrafo soporta nada menos que 1.024 niveles de presión; además el sistema es capaz de reconocer cuándo estás utilizando el lápiz y deja de responder a la presión ejercida por la mano, de manera que puedes apoyarte sin preocupaciones.

Por el momento el número de aplicaciones especialmente preparadas para sacar partido al lápiz se limita a Nota S, el juego Crayon physics, una aplicación propia de calendario, Photoshop Touch y Polaris Office; sin embargo, esto podría cambiar en breve porque la casa lanzó hace poco el SDK de la plataforma para que los desarrolladores den rienda suelta a su imaginación (y ciertamente sería todo un soplo de aire fresco para la tableta). Con respecto a la propia aplicación, seguimos encontrándonos con las mismas opciones para elegir entre diferentes lápices o pinceles -cada uno con un grosor y color personalizable-, figuras geométricas variadas, tablas y reconocimiento de texto.
En todo esto juega un papel fundamental la multitarea. Más allá de acceder a las distintas aplicaciones que tenemos abiertas desde el menú androide de toda la vida, Samsung ha implementado ocho mini aplicaciones que puede flotar sobre la pantalla que estemos utilizando en ese momento (administrador de tareas, calculadora, calendario, alarma, correo, Nota S, reloj mundial y reproductor musical); así como un botón en la esquina superior derecha para dividir la pantalla en dos, de manera que por ejemplo en una mitad tengamos el navegador y en la otra un bloc de notas para ir anotando ideas. De todos modos, no empieces todavía a dar saltos de alegría por el "avance" porque por muy atractivos que puedan parecer, tenemos dos apuntes importantes que hacerle. El primero de ellos es que no es posible tener ambas mitades activas a la vez, sino que una vez hayas terminado de trabajar con una, para acceder al otro lado tendrás que esperar un breve espacio de tiempo (tal vez un segundo o dos) para que se active, poniendo entonces en pausa la que estabas utilizando hasta ahora. Con esto no queremos decir que sea problema de que su procesador haya llegado al límite, sino más bien que se trata de una cuestión de planteamiento. La segunda observación tiene que ver con que no todas las aplicaciones están preparadas para soportar esta función de pantalla partida, pudiendo por ahora aprovecharla únicamente con algunas de las apps diseñadas directamente por Samsung, a saber: el cliente de e-mail, navegador, reproductor de vídeo (con el extra de que podremos hacer que flote sobre el resto de elementos), Nota S, Polaris Office y la galería de imágenes. Según comentan los representantes de la firma, el número se irá ampliando dentro de unos meses, pero no está de más que sepas a qué atenerte si piensas hacerte con una de ellas en breve.

Por último, no queríamos dejar de mostrarte una pequeña joya oculta en todo este maremágnum de opciones para el entorno educativo: su sistema de resolución de ecuaciones. Del mismo modo en que la unidad es capaz de reconocer nuestra escritura a mano alzada, en el menú encontramos también un apartado que se dedica precisamente a identificar funciones matemáticas para luego ofrecernos la solución con ayuda de Wolfram Alpha.
El universo Galaxy Note 10.1 no sólo se limita a Nota-S (aunque hemos de reconocer que es la más completa y útil de la colección), sino que también cuenta con una aplicación llamada Smart Remote, que lo transforma en un mando a distancias universal gracias a su puerto infrarrojo -en nuestras pruebas ha funcionado sin problemas con equipos Samsung, Sony y Panasonic-, S-Suggest, que servirá de escaparate para que los operadores recomienden software de interés para el usuario, y la tienda Samsung Apps.