Como no podía ser de otro modo, una de las primeras cosas que se nos viene a la vista tan pronto como hemos tenido ocasión de jugar con el terminal es su imponente pantalla de 4,7 pulgadas. Pese a la pésima iluminación del recinto, sus vivos colores y sus 1080p de resolución nos han conquistado enseguida, poniendo el broche final una generosa densidad de 468 ppp (una autentica gozada a la hora de redimensionar texto sin descalabros ni bordes serrados).
Como ya debes saber, el otrora conocido como M7 se planta así en nuestras vidas con un cuerpo de aluminio ionizado de aspecto ultrarresistente y frío tacto que recuerda en gran medida al de su hermano el One S y que, como dato curioso, cuesta al fabricante la friolera de 200 minutos de trabajo por pieza. El resultado desde luego, en nuestra opinión merece la pena ya que el equipo no sólo luce fantásticamente bien en directo, sino que también da la apariencia de resistir el trote diario sin mayores problemas.
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[Actualización: Lo prometido es deuda, te dejamos su vídeo justo a continuación]
Siguiendo con su aspecto, no podíamos dejar de realizar el recorrido de rigor por su anatomía, contando en su lateral superior con el conector de 3,5 mm para auriculares y el botón de encendido, el control de volumen a la izquierda, la ranura para la tarjeta SIM al lado opuesto y finalmente el micrófono y su puerto de carga en la zona inferior. Su parte trasera se ocupa de acoger su sorprendente cámara de tan sólo 4 megapíxeles (tranquilo, hablaremos largo y tendido de ella en breve), el logo del fabricante con un espléndido grabado, el inconfundible sello de Beats, sus distintos certificados y homologaciones y finalmente su altavoz microperforado.
Eso sí, no llegamos a tenerlas todas con nosotros con respecto a sus botones ultra planos: por un lado dicho diseño resulta muy atractivo, dando la apariencia de que estamos ante un terminal aún más delgado de lo que ya es y contribuyendo a la tendencia minimalista que muestra nuestro protagonista; sin embargo, si tuviéramos que ponerle alguna pega, sería que dado el poquísimo relieve que presentan, es más que probable que acabes deslizando los dedos a tientas por su lateral para cambiar el volumen, algo que nos hace temer por un aterrizaje de emergencia (¡menos mal que su carcasa parece estar hecha pensando en los más patosos del lugar!).
Tras semejante carta de presentación, su circuitería no podía quedarse precisamente atrás y por ello, la casa ha querido instalarle un capaz procesador de cuatro núcleos firmado por Qualcomm (concretamente el Snapdragon 600 a 1,7 GHz), que en caso que te lo antes preguntando, es capaz de llevar el timón del barco con una soltura digna de mención tanto en la edición de vídeos mediante el sistema Zoe como en la gestión de su interfaz. La nota disonante la pone su sistema operativo y es que aunque para nosotros Android ha alcanzado la plena madurez con Jelly Bean, nos sigue dejando un saborcillo agridulce que se estrene con la versión 4.1 en lugar de la vigente, 4.2 (cruzaremos los dedos para que la situación se enmiende pronto).
La cuestión del sonido tampoco podía quedar descuidada teniendo en cuenta los antecedentes de colaboración de HTC y Beats. Aun encontrándonos en una sala atestada de gente, el One logra ofrecer un volumen aceptable para identificar cada palabra del vídeo. Con unos buenos auriculares, la tecnología Beats activada y por supuesto una pista de suficiente calidad, el resultado mejora sensiblemente, pero aún tenemos nuestras reservas de que la unidad sea capaz de ofrecer un sonido que nos haga olvidarnos de que estamos ante un dispositivo móvil como adelantaba la firma durante su presentación de esta tarde, así que nos reservaremos la decisión final para cuando podamos analizar el dispositivo en un ambiente menos hostil.
Hasta ahí este primer acercamiento al HTC One, así que mientras te decides a nombrarlo tu próximo objeto de deseo, te dejamos con un vídeo para mostrártelo en acción, así como un primer aperitivo a modo de galería de imágenes que tienes unas líneas más arriba.
[Vídeo en YouTube]
Es tu turno: ¿qué te ha parecido el nuevo mastodonte taiwanés? ¿Ha logrado cumplir las expectativas? ¿Estarías dispuesto a darle una oportunidad? No dejes de contárnoslo en nuestros comentarios.