Siguiendo los pasos de la extinta Better Place (pero con un plan de negocio mucho más desarrollado y un buen número de clientes ya en cartera), Tesla tiene pensado desplegar unas estaciones robotizadas que permitirán a los conductores de un Model S o Model X quedarse dentro del automóvil mientras el paquete de baterías del automóvil es sustituido por uno totalmente cargado. La estrategia de Tesla contempla el despliegue de las primeras estaciones de carga de baterías en los corredores más densos de los Estados Unidos. Cada una de ellas tendrá un coste de aproximadamente medio millón de dólares.
El proceso de sustitución tiene una duración de 90 segundos, y costará a los usuarios interesados entre 60 y 80 dólares. Esto significa que será más barato cargar el coche desde una toma de corriente convencional o rápida, pero hay una diferencia importante: los súper-cargadores de cable que están siendo desplegados por Tesla necesitan aproximadamente una hora para cargar un vehículo al 100% (o incluso algo más, dependiendo de la capacidad de la batería). Una vez realizado el cambio de baterías, el conductor podrá devolverla en el viaje de regreso o quedársela abonando una cantidad de dinero que dependerá de la diferencia de antigüedad entre el paquete acumulador entregado y el recibido.
Durante el evento de presentación de estas estaciones, Tesla ilustró la velocidad del sistema comparando un cambio de baterías completo con el tiempo que cuesta llenar el depósito de un automóvil a gasolina normal y corriente. El vídeo oficial (que encontrarás tras el salto) no muestra las interioridades mecánicas del sistema, pero te permitirá comprobar su velocidad. Merece la pena que le eches un vistazo.