Dotado con una cámara trasera ajustable con visión de 180 grados asociada a un visor de proyección frontal tipo Google Glass y con una versión personalizada de Android ocupándose del software, el P-1 puede presumir de ser el casco de moto más sofisticado del mundo. Además de cuidar tu sesera, el proyector HUD integrado en el casco se encargará de guiarte por calles y carreteras mediante un navegador con controles por voz, la función manos libres te permitirá realizar llamadas telefónicas y, gracias a los sensores integrados (acelerómetro, giroscopio y brújula) el sistema de alerta podría realizar una llamada a los servicios de emergencia en caso de detectar un accidente.
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Uno podría pensar que un casco de las características del P-1 habrá sido desarrollado por una gran firma deportiva dispuesta a marcar un punto y aparte frente a sus rivales, pero en realidad sus orígenes son mucho más mundanos. El P-1 nació en realidad hace un par de años en las calles de Barcelona, donde Marcus Weller, fundador de Skully, tuvo un accidente de tráfico cuando estaba más atento a las señales de tráfico que al tráfico en sí mismo. Querer saber dónde se encontraba terminó metiéndole en un accidente, así que una vez recuperado del susto, Weller decidió crear un casco con el que evitar que otros moteros se vieran en una situación similar.
En estos momentos el P-1 todavía se encuentra en desarrollo. Skully sigue trabajando en mejoras como los controles por voz para el navegador y un sistema de iluminación variable especialmente diseñado para modificar el brillo del HUD dependiendo de las condiciones ambientales. Está más que claro que Skully se ha propuesto hacerse con la atención de los amantes de las dos ruedas con su primer casco, pero también con su dinero; el P-1 costará más de 1.000 dólares cuando salga a la venta en Estados Unidos a comienzos de año. Si todavía no has salido en dirección contraria (o te has dado un cabezazo contra el teclado), has de saber que estará disponible en blanco brillante y negro mate.
[Vídeo vía Wired]