Con sólo echar un vistazo a su ficha técnica descubriremos enseguida que se trata de una workstation por derecho, al contar con procesadores Core i7 de la última hornada de Intel (concretamente la unidad que tienes en pantalla montaba un vPro de la serie 4800MQ de cuatro núcleos), hasta 32 GB de RAM repartidas en 4 zócalos, gráficos de la serie K de NVIDIA -una tarjeta Quadro K2100M, para ser más exactos- y Windows 8 como sistema operativo. Otro de sus grandes alicientes es que cuenta con almacenamiento SSHD de tercera generación que combina 32 MB de búfer con 8 GB de memoria en SSD para dar cobijo a su sistema operativo, así como un 1 TB de espacio en platos para gestionar el resto de contenidos.
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Ya que estamos ante un dispositivo destinado al terreno laboral, Toshiba ha optado por instalarle una pantalla Full HD de 15,6 pulgadas que, además, es completamente mate para no cansar los ojos en exceso y que no molesten los reflejos. A pesar de que la luz de la sala en la que se ha celebrado el evento no era especialmente favorecedora para estas cosas, en directo su brillo e intensidad nos han parecido muy oportunos, mostrando los contenidos con nitidez incluso al forzar más de la cuenta los ángulos de visión. El resto de su ficha técnica tampoco desmerece lo más mínimo, ya que incorpora conectividad Bluetooth 4.0, WiFi ac/agn, ranura SmartCard y hasta 5 USB (uno de los cuales se podrá, además, intercambiar por un puerto serie en caso necesario).
Con respecto a su construcción pocas pegas podemos ponerle: al ser una estación de trabajo especialmente diseñada para los que tienen que desarrollar sus tareas en movilidad, el equipo es de lo más robusto, resistiendo sin problemas todo tipo de golpes y maltratos. Tanto su carcasa exterior como el reposa muñecas muestran un sutil relieve de rayas horizontales, motivo que no sólo ayuda a darle un toque algo diferente a lo que estamos acostumbrados, sino que además permite camuflar huellas y arañazos a la perfección. La propia Toshiba reconoce que su grosor es algo más generoso de lo habitual, pero era un mal necesario para poder brindarle toda esta potencia. Quizás lo más decepcionante sea que el material elegido para ello sea plástico, aunque el beneficio que se obtiene a cambio es que el conjunto resulte más ligero. Como podrás comprobar en el vídeo que te dejamos unas líneas más abajo, a pesar de ser el modelo más musculoso del catálogo, es completamente factible de sujetar con una sola mano y es que la unidad pesa tan sólo 2,4 kg.
Teniendo en cuenta el despliegue técnico de este Tecra W50, no cabía la menor duda que su sistema operativo y sus aplicaciones iban a funcionar como la seda. Como ya hemos mencionado con anterioridad, la unidad ha sido inicialmente diseñada teniendo en mente las tareas más exigentes que se puedan requerir en el entorno laboral, por ejemplo en temas de diseño o gestión de contenidos con cierto peso (sin ir más lejos cuenta con una certificación especial que avala su buen desempeño con programas como AutoCAD); claro que eso no quita que también pueda enfocarse luego al mundo gamer si te quieres tomar un descanso entre proyecto y proyecto.
En líneas generales, las impresiones con el Tecra W50 han sido muy favorables, tanto por rendimiento como por construcción. El problema principal viene a la hora de echar un ojo a su etiqueta de precio y es que, evidentemente, tanto despliegue acaba pasando factura. La unidad llegará a los escaparates españoles a lo largo del mes de diciembre y se colgará una etiqueta que parte de nada menos que 2.000 eurazos, cifra que luego además podría verse incrementada si damos un empujoncito extra a sus características. En cualquier caso, siempre puedes suspirar por él mientras curioseas el vídeo que te dejamos justo a continuación.