Según las leyes taiwanesas, Apple no tiene derecho a dictar el precio de sus dispositivos una vez que vende los derechos de distribución a sus socios. Los correos investigados demostrarían que esto no habría sucedido. De hecho, las compañías prestadoras de servicios habrían "enviado sus tarifas a Apple para ser aprobadas o confirmadas antes de que los productos llegaran al mercado", evitando una competencia dinámica en perjuicio de los consumidores.
Apple tiene ahora la oportunidad de recurrir esta sanción en los tribunales. De no acatarla, la multa podría aumentar a 50 millones de dólares taiwaneses.
[Vía Engadget en chino]
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