Esto de los
wearables tiene un pequeño inconveniente: la cuestión estética. Los primeros usuarios de
Google Glass saben de primera mano lo que es ser calificados de
glassholes y es que no todo el mundo lleva bien la imagen de determinados productos. En este sentido,
Intel se ha dispuesto a entrar en este terreno pero cuidando en primer lugar el aspecto de los dispositivos, y qué mejor forma de hacerlo que aliándose con la industria de la moda para ello. La idea es que el conocido fabricante ponga el corazón al equipo, y deje que los expertos en moda se encarguen del traje. Buena idea ¿no?
El wearable en cuestión sería una
pulsera que se pondría a la venta a través de Barneys New York, y aunque Intel no ha especificado claramente las funciones del equipo pero aseguran que será "muy bonita". El fabricante no ha aclarado cuándo estará disponible esta estilosa pulsera, pero no parece que vaya a ser a corto plazo.
