Seis meses han sido suficientes para que Samsung coloque por encima del S6 edge un nuevo terminal. Pero lo hace con bastante cuidado, ya que el llamado Galaxy S6 edge+ es una versión de mayor tamaño del precioso terminal curvado que conocíamos a día de hoy. Y es que, dejando a un lado la nueva pantalla de mayor tamaño y el aumento de RAM, no hay nada nuevo que podamos encontrar en el nuevo teléfono de los coreanos. Eso sí, tendremos que esperar unos días (quizás algunas semanas) para poder echarle el guante y conocer su precio, ya que por ahora no han dicho nada al respecto.
Si lo comparamos con el otro terminal que también se ha presentado, el Note 5, podemos ver como en líneas generales no hay demasiadas diferencias. De echo, comparten el mismo hardware, sólo que el S6 edge+ incorpora la pantalla curvada y el Note 5 deja las curvas para la carcasa trasera, además de incluir el S-Pen para las funciones de escritura a mano. Ambos cuentan con panel de 5,7 pulgadas Super AMOLED, procesador Exynos 7420 con 4 GB de RAM, cámara de 16 megapíxeles, cámara frontal de 5 megapíxeles, versiones de 32 y 64 GB y ausencia de ranura microSD (sí, repetimos, no cuenta con ranura microSD).
Después del repaso visual e interno, estarás con nosotros en que lo que tenemos en nuestras manos es un S6 edge gigante, aunque eso no es precisamente malo. El acabado es espectacular, con un marco de aluminio muy resistente que se fusiona perfectamente con el cristal curvo. A nivel de rendimiento, los 4 GB de RAM probablemente den un ligero empujón a la hora de intercambiar aplicaciones, mientras que el nivel de la pantalla sigue demostrando un poderío de color que a muchos podría resultarle demasiado saturado.
Una de las mayores pegas que pusimos al S6 Edge fue la inutilidad de su pantalla curva. En esta ocasión Samsung ha querido poner solución al asunto, aunque por ahora lo hace con pequeños pasos. El S6 edge+ cuenta con un nuevo software que permitirá tener una serie de accesos directos de aplicaciones en el lado de la curva, sumándose así a la lista de contactos favoritos que ya disponíamos en la anterior versión y estando visible tanto en la pantalla en bloqueo, en el Home y sobre una App. Es como decimos un pequeño paso con el que ofrecer más funcionalidades a la curva, pero sigue pareciéndonos escaso y de poca utilidad. Por suerte la compañía ha asegurado que tiene pensado lanzar la API para que los desarrolladores jueguen con la pantalla a su gusto y puedan sacarle el máximo provecho.
Otras de las novedades incluidas es la carga rápida, ya que es todavía más rápida que en la anterior generación. Si el Galaxy S6 edge tardaba 180 minutos en cargarse completamente, el nuevo edge+ lo hace en sólo 120 minutos, algo realmente excelente si tenemos en cuenta que la batería es de mayor capacidad, alcanzando ahora los 3.000 mAh.